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Abandonando Troya
Eres Odiseo, hijo de Laertes. Con tus guerreros aqueos has saqueado la ciudad de Troya tras un asedio de diez años, gracias a tu astuta idea de construir un caballo de madera enorme. Ahora quieres volver a tu hogar, Ítaca.
Partes con 12 naves perfectamente equipadas y su tripulación al completo. Estás deseando ver a tu esposa Penélope, y a tu hijo Telémaco, que era solamente un muchacho cuando te fuiste.
¿Hacia
dónde te diriges?
Ismaro
En las ricas tierras de los Cicones ves la hermosa ciudad de Ismaro a
tu derecha. ¿Qué haces?
Los Cicones
Zeus te envía fuertes vendavales del norte y te aconseja que
regreses a tu hogar. Tus naves avanzan sin rumbo durante 10
días. Cuando cesa la tormenta divisas tierra.
Estás completamente perdido y desorientado.
¿Qué haces ahora?
Los
Lotófagos
Pronto alcanzas una pequeña isla deshabitada, pegada al
continente, poblada sólo por cabras. Coges el arco y las
flechas y matas todas las cabras que puedes. Con la carne de las cabras
cazadas y el vino que le robaste a los Cicones realizas un banquete que
dura todo el día.
Al
caer la tarde percibes fuegos en el continente y oyes unas voces
más allá del estrecho.
¿Qué haces?
El
Cíclope
El Cíclope vuelve con su rebaño, y cierra la
cueva con una enorme roca. Al momento os descubre escondidos en la
oscuridad. Coge a dos de tus hombres y los estrella contra la pared y
se los come crudos, mojándolos en leche.
¿Cuál es tu astuto plan?
Polifemo
Cuando vuelve Polifemo, coge a otros dos hombres más para la
cena. Recuerdas que todavía te queda un odre de un excelente
vino, regalo de un sacerdote ciconio al que perdonaste la vida. Le
ofreces un vaso, y luego otro, y otro… Le dices al
Cíclope que tu nombre es Nadie,
y él te promete, como signo de hospitalidad, comerse a Nadie el
último. Al final Polifemo cae a tierra completamente
borracho…
¿Qué haces ahora?
Huida de la isla
de los Cíclopes
...Pero has olvidado que Polifemo es hijo de Posidón.
Gracias a tu astucia el Cíclope no puede decir tu nombre a
su padre. Polifemo grita en su dolor: " Nadie me ha cegado",
y los demás Cíclopes lo toman por loco y lo
abandonan.
Polifemo tiene que quitar la piedra para sacar las ovejas a pastar. Por
tu parte atas de tres en tres a los hombres bajo cada una de ellas, y
te colocas tú mismo bajo el vientre del carnero. Te sube la
adrenalina cuando el Cíclope para al carnero, su animal
favorito, y le pregunta por qué es el último en
salir esta mañana....
¡Pero ya eres libre! ¿Y ahora qué?
Lejos de Polifemo
Vuelves junto con tus hombres a la pequeña isla,
matáis y os coméis el carnero, y
embarcáis. Llegas a una isla rodeada por una pared de
bronce, bajo la cual los acantilados se elevan escarpados del
mar…
Y tu...
Eolo, Señor de los Vientos
Le narras lo sucedido en la guerra de Troya, y después de un
mes te da, como regalo de despedida, un odre de cuero que contiene
todos los Vientos. Embarcas y después de nueve
días navegando ves Ítaca, tu patria. Te duermes,
agotado, pero feliz …
¿Qué sucede mientras duermes?
De vuelta a la
casa de Eolo
Todos los Vientos salen precipitadamente, y te despiertas justo para
ver cómo se aleja Ítaca. Pronto te encuentras de
nuevo en la isla flotante de Eolo.
¿Qué sucede?
Los Lestrigones
Llegas a la tierra de los Lestrigones, donde la noche y el alba
están tan unidos que un hombre insomne podría
ganar el doble de paga. Encuentras un puerto excelente, cerrado con
acantilados, excepto una pequeña entrada entre dos cabos
…
¿Qué haces?
El desastre de
los Lestrigones
Allí está la madre, una mujer
terrorífica.
Antífates agarra a uno de tus hombres y lo pone en el
asador, vuelta y vuelta. Los otros dos huyen despavoridos. Mientras
tanto los otros 11 barcos han entrado en el puerto:
Antífates da la alarma, y los pierdes a todos apedreados y a
la brasa por estos feroces gigantes malvados. Despliegas las velas en
la más absoluta depresión.
Un poco más tarde llegas a la isla de Eea. Tras descansar
dos días te internas en la isla, porque has visto una voluta
de humo a lo lejos...
¿Qué haces?
¡Otra voluta de humo!
De todos modos, tú eres el jefe, así que los
divides en dos grupos. El tuyo permanecerá en el barco; el
otro
-guiado por Euríloco - irá a explorar.
Más tarde vuelve Euríloco... solo.
¿Qué le ha sucedido al resto del grupo?
Circe
Decides ir a ver qué ha pasado, pero el pobre de
Euríloco no está para tantas emociones en un solo
día. Cuando vas hacia la casa de Circe a través
del bosque te encuentras con Hermes disfrazado de joven, y te da una
hierba llamada "moly". Llegas a la casa encantada y llamas a la diosa
encantadora …
¿Cómo consigues liberar a tus hombres?
De la casa de Circe a la Tierra de los
Muertos
Después de darles el antídoto
Circe te anima a traer al resto de tus hombres del barco y todos
cenáis en armonía. Te lo pasas tan bien que os
quedáis en la isla un año entero. Tus hombres te
recuerdan que debes regresar a Ítaca, pero cuando le dices a
Circe que vuelves a casa, ella te dice que primero debes ir a las
mansiones del Hades a consultar el oráculo del tebano
Tiresias.
Antes de que te marches, Elpenor, tu grumete más
jóven, muere trágicamente al caerse de una azotea
mientras bebía. Tú embarcas, desconocedor de este
incidente, y cruzas la Corriente del Océano para alcanzar la
Tierra de la Niebla Perpetua. Realizas un sacrificio como te
había ordenado Circe, y viertes sangre en un agujero.
Inmediatamente suben las almas de los muertos, atraídas por
la sangre.
¿Qué sucede en la tierra de los Muertos?
Lecciones sacadas de tu Visita al Hades
Allí ves como la hybris es
siempre castigada (el problema de Sísifo con la roca,
Prometeo y su hígado, etc). Pero el Hades es un lugar
deprimente, y cuando las almas que murmuran comienzan a
apiñarse en torno a ti, decides regresar a tu barco y volver
a Eea.
Entierras al pobre de Elpenor, y Circe te da información
más precisa sobre tu futuro inmediato (mucho más
útil que la de Tiresias). Una noche de amor, y te marchas.
¿Dónde vas después?
Las Sirenas
A pesar de todo quieres escucharlas, y les pides a tus
marineros que te aten al mástil, mientras ellos pasan
remando por delante con sus oídos tapados con cera.
Tú les haces gestos a tus hombres para que te liberen, pero
ellos siguen tus instrucciones y te atan más fuerte. Pronto
pasas aquel peligro…
¿Ahora dónde te diriges?
La isla de
Trinacia
Debes mirar hacia delante, y tienes suerte porque el barco
aún está intacto.
Pero ahora te diriges a otra aventura mas seria aún,
¡la isla de Trinacia!
¿Qué no debes hacer aquí?
Trinacia, la isla del rey Sol
Durante seis días tus hombres se comen el
ganado del Sol. Al séptimo cambia el viento y
salís al mar. Hiperión, el rey Sol ha pedido a
Zeus que castigue a los culpables, o se irá y
brillará el Hades sobre la faz de la tierra.
Hay una tormenta perfecta, tu barco se hunde y todos tus hombres se
ahogan. Sólo quedas tú, aferrado a un madero,
arrastrado hacia Caribdis. El remolino se traga tu madero mientras te
agarras a la higuera; afortunadamente el agua te arroja fuera del
remolino, y después de nueve días a la deriva
alcanzas tierra.
¿Dónde estás?
La isla de Calipso
Al final, los dioses se ponen de tu parte. Aprovechando que
Posidón está ausente en Etiopía,
Atenea expone tu caso ante Zeus, y el rey de los dioses
envía a Hermes para ordenar a Calipso que te deje marchar.
Calipso acusa a los dioses de machistas: nunca dejan que se case una
diosa con un mortal. Pero al final accede de mala gana a no mantenerte
en la isla por más tiempo.
Te ayuda a construir una balsa con sus provisiones, y
después de una larga noche de amor navegas lejos con una
apacible brisa. Todo va bien durante diecisiete días, y al
décimo octavo día divisas las montañas
de la tierra de los Feacios…
¿Qué sucede entonces?
Encuentras a Nausicaa
Unas muchachas muy jóvenes se
están bañando en el río y jugando, y
han visto tu ropa en la boca del río. Como un
león que en invierno desciende de la montaña
sobre un valle pacífico, el hambre te hace salir del
arbusto. Con una ramitas (o ramazas) ocultas tu virilidad. Todas las
muchachas al verte huyen gritando despavoridas. Sólo
Nausicaa, la hija del rey de los Feacios, se queda. Tú ya
has notado que ella es más alta y hermosa que las
demás.
¿Qué haces?
Nausicaa
Ella está impresionada por tu físico, deja que te
laves (solo) y después de que Atenea ha mejorado tu
atractivo aspecto, promete llevarte a casa para presentarte a sus
padres: el rey y la reina de Feacia. Nausicaa piensa en ti como un
posible marido: pero tú sólo estás
interesado en la fama de los feacios como marineros. El rey Alcinoo
consiente en darte un barco.
¿Pero qué sucede antes de esto?
Alcinoo y Arete
Todavía tienes un día para
pasarlo bien en Feacia, como huésped del rey Alcinoo y de la
reina Arete, (y de su hija Nausicaa).
¿En cuáles de estas actividades participas o
estás presente?
Llegada a Ítaca
Ya es hora de dejar Feacia. Pareces un campesino
después de un duro día de labranza, con el tiempo
justo para cenar y acostarse. Tus regalos son guardados en un barco
mágico, que viaja más rápido que un
halcón. Tú, (¡cómo no!) te
duermes. La tripulación te deja en una playa de
Ítaca, con tus regalos al lado.
Te despiertas:
¿Qué es lo primero que haces?
Atenea
Te ayudará a matar a los Pretendientes que abusan de la
hospitalidad de tu palacio. Para ello te disfraza de pobre mendigo, y
te dice que busques a Eumeo, el porquero, mientras ella va a traer
desde Esparta a tu hijo Telémaco. Encuentras la choza de
Eumeo.
¿Qué te pasa?
En la choza de
Eumeo
Le preguntas por su familia (Eumeo no sabe que eres Odiseo, desde
luego). Por la mañana, Eumeo tiene una visita.
¿Quién es?
Odiseo y
Telémaco
Pero sabes que tu causa es justa, y tendrás a Atenea y a
Zeus de tu lado. Telémaco irá ahora a casa.
Tú seguirás con el disfraz de mendigo, y
entrarás en palacio de cualquier modo. Cuando des la
señal, Telémaco buscará una excusa
para quitarles todas las armas a los Pretendientes y pondrá
las vuestras a buen recaudo. A partir de ahora los dos
trabajaréis juntos, pero antes de seguir debes descubrir lo
siguiente:.
¿Quién es el primero en reconocerte?
En el palacio
Llegas a palacio y pones a prueba la hospitalidad de los invitados: un
mendigo debería ser tratado con respeto (como hizo Eumeo).
Pero los Pretendientes, con Antinoo y Eurímaco al frente, no
hacen nada más que insultarte. Por eso te resulta muy
difícil mantenerte sereno, pero ellos no deben sospechar
nada por ahora...
Durante tu primer día en casa,
¿Cuáles de estas cosas te pasan?
El Mendigo en palacio
Penélope escucha tus historias (ficticias),
y finalmente confía en ti. Ella te cuenta su
sueño - una multitud de gansos matados por un
águila-. Piensa que es un sueño falso, porque
entra por la Puerta de Marfil; pero realmente le podías
haber dicho que era verdadero, de los que entran por la puerta de
Cuerno Bruñido.
Penélope sugiere resolver la cuestión de
quién de los Pretendientes se casará con ella por
medio de una competición. El elegido ha de manejar el gran
arco de Odiseo (Penélope espera en secreto que nadie sea
capaz de igualar la fuerza de su marido).
¿Quién trata de manejar el arco el primero?
El gran arco
Como tú manejas el arco con destreza, los
Pretendientes te insultan ... por última vez. Pasas la mano
por el arco con la maestría con la que un músico
cambia una cuerda de la lira. Colocas una flecha en el arco y disparas
entre las doce hachas desde donde estás sentado.
Entonces con serenidad apuntas a Antinoo. Tu flecha penetra en su
cuello y muere, rompiéndose su taza al caer.
Eurímaco se te acerca espada en mano, pero tu flecha lo da
con tal fuerza en el pecho que le destroza el hígado.
¿De los 108 Pretendientes, quiénes se salvan?
Después
de la matanza
Eumeo y Filetio han estado magníficos - en particular cuando cogieron al vil Melantio (el cabrero) tratando de pasar armas a los Pretendientes. ¡Lo colgaron encima de la armería hasta que tuvieran un ratito de relax!
Incluso el "pensativo" Telémaco " ha demostrado ser un hijo
digno de verdad.
¿Y ahora qué?
Después
de la limpieza
Debes
conseguir un poco de tiempo para enfrentarte a la inevitable venganza
de las familias cuyos hijos acabas de matar. Pero tu cuenta con los
Pretendientes ya está saldada.
¿Qué debes hacer ahora?
El final de la Odisea
¡FELICIDADES!
Lo has hecho muy bien: has sido paciente, sabio,
valiente, fuerte, favorito de Zeus!